Escribo esta reseña emocionada, aguantando las lágrimas, porque acabo de terminar el libro ahora mismo. Y... ¿qué puedo decir?...
Es el final de la trilogía "La chica del servicio", y aunque tenía muchas ganas de saber el desenlace de esta historia tan romántica, sensual e intensa entre Matt y Gisele, ahora siento nostalgia por haber acabado.
No me gustaría desvelar demasiado, porque no quiero quitarle magia a la lectura, pero puedo decir que esta parte está llena de grandes encuentros, giros inesperados, algunas escenas que me dejaron conmocionada y un final... tríplemente dulce.
La lucha constante entre la amargura, la soledad, los desencuentros, al fin se encauzan para llegar a unir a una pareja que estaba predestinada. Desde luego, como Patricia alude en el libro, todo lo que sufren, será para que se den cuenta de que no pueden vivir sin el otro. Cada acción, cada decisión, cada error cometido, les hace ser quienes son, y quienes serán al final: personas maduras con experiencia y sabiduría para darse cuenta de qué es lo que desean por encima de todo.
Tengo que decir que aunque ya el primer libro te engancha y te enamora, cada parte de la trilogía, hace que adores aún más esta historia. Tanto, que esta última la devoré en apenas dos días, porque no podía separarme del libro en ningún momento.
Felicidades Patricia, por crear una historia tan mágica. Ha sido un verdadero placer conocer a unos personajes inolvidables.
Recomiendo esta lectura a todo el mundo.
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